La libertad es lo único que mantiene al ser humano como es, como una persona, con derechos, libertades y ética. Librepensadores de todo el mundo piensan que esas palabras son el reflejo de nuestra sociedad. Sin embargo, ahora mismo Voltaire, Rousseau, Sartre, Einstein, Opperheimer, Von Braun o Thomas Molnar se asquearían de la sociedad que hemos creado, de falta de respeto y de no abrirse al libre juego de la libertad de pensamiento u opinión.
Esta pequeña introducción viene a decir, lo falto que estamos de respeto aquí, en España, de la libertad religiosa. El papa Benedicto XVI nos honra con una visita, que nos recuerda el fundamento y la raíz judeo-cristiana que tiene nuestra nación y gran parte de Europa, y nos sirve de reafirmación de una fe que se debe defender. Sin embargo, el gobierno socialista y algunos indignados ya se pusieron manos a la obra, advirtiendo de su no aceptación al recibimiento del guía de millones de almas en el mundo. Gente de los cinco continentes han venido porque, durante unos días, Madrid se ha convertido en el núcleo cristiano mundial.
La gente deja atrás sus rencillas y problemas aparte, como la unión de los judíos y palestinos cristianos, en pos a algo mucho mejor, transmitiendo un mensaje de paz y tolerancia a todo el mundo pero, claro, si no se respeta a los españoles, ¿Cómo va a respetar el gobierno a millones de peregrinos?
Cuando faltaban pocos días para la visita, Jáuregui ya advirtió al sumo pontífice que lo pagaría caro si criticaban las futuras leyes que intentaba sacar adelante el congreso. IU, mostrando su posición más sectaria, ya llevaba en sus pancartas y fotografías su rechazo total a tal visita, en algunas, ponía, literalmente: “pártele la cara”. “By the face”, o, por la cara, como dirían los anglófonos. La gran mayoría de medios de izquierdas también se mostraron críticos, unos mas tibios que otros, en cuanto a la visita, y los indignados ya se movilizaron para increpar a los creyentes y católicos. El alboroto pienso que es mas por el momento, no me puedo creer que esas personas, que piden libertad y democracia, sean capaces de ser más feroces que dirigentes totalitarios, atacando desmedidamente las creencias personales de la gente.
Lo que no se sabe, es si los indignados son capaces de llegar a entender que el gasto publico es nimio, por no decir que Blanco, siempre muy directo e “inteligente” en sus diatribas, ya ha dicho que no costaría a las arcas públicas, al revés, que el gasto es positivo. La mayoría de inversiones son privadas, y cierto es que el estado ha ayudado en mantener el orden y preparar Madrid, gracias también al trabajo de Alberto Ruiz Gallardón, pero el trabajo y la preparación ha sido para los que querían la llegada del Papa a la capital española. El saldo positivo de calcula en 100 millones de euros, pero sigue habiendo gente que sale a manifestarse frente a la visita del santo padre.
Respeto la capacidad para poder manifestarse sobre cualquier cosa, y respeto sus ideas e ideologías políticas, pero sería mejor, para todos, que se respetase, y más ahora, a unas personas que tienen que dormir en casas de otras personas o en lugares desconocidos para ellos, movidos únicamente por la fe. Existe libertad de pensamiento, o eso creemos y creo, respetémosla pues, muchos peregrinos creen que existe, en otros países, mas libertad religiosa que en el nuestro. La gente podía salir orgullosa con su bandera, sin ser increpado por nadie ¿Por qué no se puede hacer eso después o antes? Por la destrucción de la fuerza social, creando un pensamiento único, que hace incluso dudar a la gente, de la legitimidad democrática de nuestra bandera actual, defendida a sangre y fuego por los liberales, que dieron su vida por conseguir más derechos frente a las tiranías absolutistas. Puede que las declaraciones de Rubalcaba y otros integrantes del partido socialista sean puras o sean malintencionadas, como ya se ha demostrado en muchas cosas, pero es un símbolo, libertad y respeto, no pensamiento único. Sonrío lacónicamente a un hombre que ahora intenta dar ejemplo de libertad, y su pasado no lo respalda demasiado.
Termino con una pequeña defensa a la religión, con un hecho histórico. Cuando Churchill le comento que el Papa podía formar parte de las negociaciones, Stalin replico de manera brutal: El Papa, ¿Y ese, cuantas divisiones tiene? Si ese hombre estuviese ahora viviendo, lo vería. Stalin, estas son sus divisiones, la divisiones de la paz y la justicia, unas divisiones que no extermino el rancio marxismo ni en su país ni en los gobernados por los politburós del este, que gobernaban con mano de hierro a su población. El Papa fue capaz de empezar a romper y a romper, con las democracias occidentales y con los ciudadanos de esos países, atrapados en dictaduras horribles, amantes de la democracia, el inquebrantable telón de acero, ¿Quién sabe lo que es capaz de hacer la fe humana?
Cuando se acabo el comunismo en Rusia, a las 24 horas, millones de ortodoxos fueron a sus iglesias, a recuperar una fe que se creía muerta tras casi 80 años de comunismo y de crear el “hombre nuevo”. Es imposible luchar contra la fe, respetémosla, y viviremos en un mundo que avanza hacia la libertad total entre todos.
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