España se hunde

¡Increíble! Hoy mismo podemos afirmar que, España, ha comenzado su auténtico camino hacia la putrefacción. Mientras nuestros políticos no saben hacer mejor cosa que lanzarse insultos y demás, nuestro país se viene, completamente, abajo. Por todos los poros de este sistema, al que cada vez se le ve menos aspecto de democracia, rezuma el olor de un país que se deshace en sí mismo. ¿A qué me estoy refiriendo?

Simple. Nos hallamos en una situación cada vez más agobiante. La bolsa ha caído, nuevamente, y cada vez que lo hace va más abajo. La liga de fútbol profesional, se declara en huelga dado que no hay fondos y los jugadores están sin cobrar (ni siquiera el deporte rey perdona). El gobierno, en vez de prestar ayuda a las familias más humildes de nuestro sistema, no tiene mejor cosa que hacer que obligar a los chatarreros, perdón, no tiene mejor cosa que hacer que obligar a los nuevos “técnicos en el tratamiento de residuos” a establecerse como autónomos y pagar a hacienda parte de lo que, escasamente, logran reunir para sobrevivir mientras que hay gente con altos niveles de ingresos como, porque no decirlo, la duquesa de Alba, que prefieren otorgar las herencias a sus hijos antes de su muerte para no tener que contribuir al sistema fiscal español. Yo pensaba que Hacienda somos todos pero esta visto que solo la formamos los que nos las vemos crudas para salir adelante.

Por otro lado, nos encontramos con movimientos completamente revolucionarios, como es el del conocido 15-M que, aunque no con los métodos adecuados, tratan de cambiar el sistema establecido y llamar a la cordura que nuestros gobernantes han perdido en estos últimos años. Estos movimientos son apaleados y acallados a golpe de fuerzas de seguridad mientras que permitimos manifestaciones en contra de la visita de su Santidad el Papa (solo recordar que la iglesia presta ayuda a todas las personas que acuden a ella, ya sea de forma económica o alimenticia, ya seas de la religión que seas, y yo puedo dar fe de ello), visita que tiene como único fin promulgar la palabra y la fe de una religión más, pero se ve que es más importante tratar estúpidas disputas religiosas o idealistas que trabajar por el buen fin de nuestra sociedad.

Para terminar, debo hacer mella en un tema que nuevamente esta saliendo a la luz. Este tema no es otro que las voces que ya se alzan y claman que esta situación es completamente parecida a la que se vivió allá por los años 30 del siglo pasado. Desde luego esperamos que la situación tenga una salida más pacífica que aquella, si no es así, que puede esperarnos a los jóvenes de aquí en adelante.

No espero que estén conmigo, ni siquiera espero que compartan mi opinión. Llamenme como quieran, pero tenga en cuenta que las cosas no pintan nada bien.

Alfonso Barona Doblas