A Europa, por los cuernos.

Es hora de no retirarse ni de vacilar, es hora de salir adelante sin miedo, es hora de plantar cara a una de las mayores crisis económicas del mundo, juntos. Miro apesadumbrado los comentarios y artículos donde se comenta que se debe replantear la propia Europa, que tenemos que pensar que la Europa unificada, fuerte y con una moneda competente y poderosa, ha caído, y debemos reformar los sistemas. Sí, me apena bastante que los europeístas de antes sean los euroescépticos de ahora.

El golpe a la economía por parte de la crisis fue brutal, monstruoso. La caída del Lehman brothers fue el toque de campana para el comienzo de la tempestad. De ahí, la situación es parecida a la del huracán “Katrina” al paso del territorio caribeño y norteamericano: crisis, problemas económicos, miedo, caos…

En resumen, descontrol. Europa ha hecho esfuerzos titánicos por ayudar a los países de la zona euro aunque, siendo sinceros, ha sido prácticamente la “locomotora” germana la que ha potenciado ese tipo de actuaciones, pese a la oposición dentro de ese país. Su ultimo respaldo a europa fue la ampliación del fondo europeo para las intervenciones económicas, en la que Alemania ha aumentado su aportación en 211 mil millones, cifras bestiales, contando que esta llevando ella sola nuestra gran Europa.

Los medios, tanto de su país, como de otros, no paran de atacarla, si no es por su excesivo apoyo a los rescates, por su dificultad o por no hacerlo como lo haría un periódico de nuestra nación, que lo solucionaría, como no, con la magia del keynesianismo. Lo que me gustaría saber es, si endeudas continuamente a tu nación, ¿Cómo vas a conseguir salir del la continua espiral de créditos y pagares? Señores de estimado periódico, ni esto es un “cash an carry” ni el fondo monetario es América llevando a cabo la política del préstamo y arriendo. Gente como Merckel nos hace recordar las bases del europeísmo, y de sus padres fundadores: Shumman, di Gasperi, Adenauer…

Gente que pensaba que si era posible esa unión. Pero nos hemos paralizado. En poco tiempo, han existido 4 intervenciones en la economía europea, 2 a Grecia, 1 a Irlanda y otra a Portugal, y no se descartan más. España está muy debilitada tras años de penosa gestión económica llevada a cabo por el PSOE, e Italia, “il cavalieri” Berlusconi también le cuesta mantener a su país en los orgullosos niveles de crecimiento económico anterior.

 Soltamos mucho dinero para países que lo gastan sin control. Políticos europeos se consideran así mismo hipócritas por ayudar a países que continuamente les endeudamos más. Las cosas son horribles, eso es verdad, pero también estaban en la devastada Europa de 1945 y con trabajo, orgullo, tesón y, porque no decirlo, apoyo americano, Europa alcanzo niveles de riqueza y poder indescriptibles. Ahora es cuando más europeos nos debemos de sentir para que, en su momento, cuando nos preguntes, digamos “esta fue la hora más gloriosa de la historia de Europa”. 

Pero no podemos quedarnos en parrafadas, hay que avanzar. Cierto que es una opción la Europa de Maastricht, pero es la correcta, pero hay que hacerla trabajar, debemos de compenetrarnos más económicamente con los países europeos, debemos de crear una banca europea propia de los países europeos, al estilo de la reserva federal americana, para tener un banco central fuerte, que permita y controle la estabilidad económica y presupuestaria europea, controlar las divisas y los prestamos y potenciar las inversiones en capital privado y público para reactivar las economías. Tenemos que llevar adelante una federalización europea a través de una constitución, ceder a Europa para un bien económico y político común, para activar y llevar a cabo mas políticas interterritoriales juntas, también el BCE necesita más poderes para controlar el nivel de impuestos, intentando mantener un estado del bienestar, pero con la probabilidad de reducir las garantías para controlar el déficit público europeo. Una unión tanto política como social, como el tratado de Schengen, en temas como la inmigración, o la política judicial, los derechos y deberes de los trabajadores, justicia para los políticos europeos que puedan ir a la cárcel por malversar fondos públicos, justicia y tribunales al servicio del imperio de la ley y Europa, una inversión conjunta en políticas económicas comunes, como el uso de una energía, inversiones en I+D+I, en interrelación de las empresas europeas…

Es decir, dejar atrás el rancio marxismo y el sinsentido fascista y cooperar en una Europa común y fuerte, en los nuevos “estados unidos de Europa”. Cierto que solo son opiniones de un pobre ingenuo europeísta, pero es hora de mirar hacia delante, y esforzarnos al máximo en el proyecto común, tenemos, y debemos hacerlo.