Como una celebración más, multitud de ciudadanos de España salen con orgullo a la calle. El pasado día 12 de Octubre fue una fecha de recuerdo para todos los españoles. El día de la hispanidad conmemora grandes y gloriosos momentos de nuestra historia. Nos refuerza en nuestra fe como nación, usando ese día como antorcha de nuestra nación, es nuestra insignia, ese día es nuestra carta de representación, es el día en que demostramos, más que nunca, que nuestra democrática y valiente nación pudo interponerse y formarse como un país libre, democrático y respetable.
Muchos lo consideran así, y el magnífico desfile militar, que ello no significa que sea el día de las fuerzas armadas, nos remonta a nuestra vieja, pero gloriosa historia, símbolo de los que fuimos como nación. Pero esto no solo se refleja en España, también en nuestros olvidados hermanos de sangre de Hispanoamérica, que también celebran con vítores el día en que, todos los hispanohablantes, somos uno.
Todo parecerá pura retorica y prosa, como pensaran algunos de mis queridos lectores, y no se equivocan, en gran parte, en la idea del humilde escritor, que deja reflejado su pensamiento en estas vulgares pero sinceras palabras de nuestro idioma, un lenguaje de todos los españoles (extremeños, andaluces, catalanes, vascos, madrileños, gallegos, canarios, castellano-manchegos…) que definió Carlos I como la lengua más bella, mayor que su flamenco natal. Sin embargo, me apena ver que existen ciertos españoles que reniegan totalmente de su cultura y de sus raíces hispánicas.
Siento un enorme dolor en el alma, al saber que hay gente que mata por demostrar públicamente que no tienen relación con España, pese a que, por su sangre, corra linaje español. Me asombra que haya españoles que renuncien a la historia española, cuando a muchos países les gustaría tener la historia que tuvimos nosotros, siendo la primera potencia, en el siglo XVI y XVII, del globo y el primer imperio transoceánico. Me entristece que haya españoles que te miren raro, solo, por llevar en un día tan señalado como el 12 de Octubre, un símbolo español o el color de tu patria. Me aflige que haya españoles que critiquen y renuncien a su pasado español, cuando los españoles son aquellos que potenciaron la industria en regiones clave, para que después, los mismos renieguen de su nación
Me desconsuela oír a españoles que, basándose en falsos hechos históricos, deseen la “destrucción” de su madre patria, que los acunó y alimentó, cuando se ha demostrado que esos “reinos independientes” ya estaban coaligados y unidos al reino de las Españas o, mejor dicho, al reino de España. Me asusta ver que, una parte de los partidos nacionales, renieguen de su nación, viendo con hondo desprecio el color de su bandera, odiando la rojigualda, bandera que fue defendida por los liberales y que dieron su vida, no solo por España, sino por la libertad y los españoles, en pos de un mundo sin autoritarismos.
Me apena el ver extremistas quemando la foto de un rey, que renunció a todo su poder en pos de crear , con todos los españoles, una España libre, abierta y democrática, donde nadie fuera perseguido por ser de izquierdas, por ser negro, por ser masón, por ser demócrata, en resumen, por respetar la libertad de los demás. Dio el golpe de muerte a los franquistas, apoyando la democracia, pero eso no parece suficiente para algunas personas que, tapándose vilmente, como ratas cobardes, quemaban las insignias del jefe del estado, de la bandera de 46 millones de habitantes y, demostrando la enorme inteligencia de estos, la bandera francesa.
Me acongoja el ver españoles que, en su afán de defender la libertad, los valores, la democracia y a los españoles, que aman su patria tanto como su familia, sean acusados de “fascistas, españoles y represores”, sean vilipendiados públicamente solo, por tener ideas diferentes. Eso es, como dirían los valientes demócratas que, cuando caían chuzos de punta, salían a la calle en contra de franco, es volver al mas puro franquismo opresor, eso es lo que defienden esos “defensores” de la libertad anti-españoles, su “libertad”, no la de los demás.
Sin embargo, gracias a dios, en España gobierna la mayoría españolista. España, pese a todo lo atrás ya redactado, es defendida por muchísimos españoles, orgullosos españoles de serlo y de amar su lengua. Existen valerosos “gudaris” en muchísimos sitios, como en Elorrio donde, Carlos García, concejal del PP, lucha y defiende la libertad en el pueblo vasco donde a punto ha estado de ganar la coalición pro-etarra, y digo pro-etarra, porque así lo definió el tribunal supremo “Bildu=ETA”.
Existen muchísimos españoles que, pese al adoctrinamiento Ho Chi Ming realizado por el partido gobernante, declaran que su nación es la española, única y exclusivamente. Viven hoy día valerosos españoles que, en contra de todo un gobierno, trabajan en pos del respeto a la ley y de la nación que los protege y acuna, porque España es eso. Son las poderosas naos castellanas dirigidas por los capitanes vizcaínos, o los extremeños que ayudaron a formar el antiguo imperio español, o son los valerosos catalanes y aragoneses que se levantaron en armas contra las fuerzas napoleónicas “en defensa del reino de España”. Eso es España, la verdadera historia, y no debemos de sentirnos miedosos al demostrarlo.
Zapatero intento que el deseo renovador de cambio no llegase hasta que no terminara su legislatura, pero momentos, como el del pasado 12 de Octubre, criticando e insultando al presidente por su horrible gestión. Algunos periódicos lo vieron como una falta de ética de los españoles, calificándolos de “ultras”, pero ¿No es eso sano políticamente? ¿Es que debemos guardarnos nuestros sentimientos e ideas? ¿Lo deben hacer los obreros cuando sean explotados por un sistema represor, o cuando una etnia o una raza sea masacrada por otra? Parece ser que, para este periódico, los judíos no tenían que defenderse ni oponerse, ya sea pacifica o militarmente, en contra de Hitler, era preferible que los aniquilasen. Hummm, dudosa vara de medir la de sus escritores.
Finalmente, y para hacer descansar a mi querido lector de la férrea diatriba que estoy mecanografiando a través del ordenador, diré que no debemos de sentirnos asustados, demostremos nuestro orgullo nacional, el patriotismo es sano, respetamos otras culturas, pero en USA, los americanos aman su patria y bandera, sean latinos o asiáticos, ¿Es que los españoles somos diferentes? Es más, no debemos serlo. Antes de quedarme con el odio vil de los que no aman la nación, solo diré esto: Luis de Góngora, Ramón y Cajal, Baldomero Espartero, Espoz y Mina, Bartolomé de las casas, Julián Besteiro, Jose María Gil Robles, Antonio Cánovas del Castillo, Juan Ramón Jiménez, Carlos III, Blas de Lezo…
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