29.10.11

Uncharted 3

Nathan Drake va a por su tercera gran aventura en PlayStation 3, y lo hace también con la mejor de todas ellas. Elevando el concepto cinematográfico de la saga a la enésima potencia, Naughty Dog logra con Uncharted 3 su videojuego más redondo y memorable. La Traición de Drake es un testimonio brillante en lo jugable, en lo narrativo, en lo gráfico y en lo sonoro. Un videojuego
imprescindible, un título mucho más cercano a la segunda entrega que al algo más sobrio espíritu del juego original. Nathan Drake se enfunda su traje de aventurero para sumergirse en su aventura definitiva, la más espectacular y aparatosa que ha vivido hasta ahora y la que más situaciones al límite y personajes memorables aporta. Llevando el sentido cinematográfico más allá que nunca, sus responsables consiguen nuevamente que nos sintamos protagonistas de una nueva y genial película: un largometraje interactivo donde el protagonista tiene el carisma simpático y canalla de Han Solo, donde visitamos tantas localizaciones como en una aventura de James Bond, donde las escenas de acción destilan la misma adrenalina que en la Jungla de Cristal, y donde los acertijos tienen la misma magia y encanto que en una de las epopeyas de Indiana Jones.
Uncharted 3: Drake's Deception

La aventura comienza con un prologo. Con unos Nathan y Sully "de paisano" en un poco recomendable tugurio de Londres y con todo el estilo que rezuman las secuencias cinemáticas de Naughty Dog. Desde ese mismo instante comenzaremos a ponernos en situación con una trama que gira sobre un nuevo tesoro del siglo XVI a descubrir que está relacionado con el mismísimo Lawrence de Arabia. Este personaje (T.E. Lawrence), aparece como el precursor de toda la campaña individual del videojuego en un modo historia que nos llevará a seguir buena parte de sus pasos.

Todo comenzará como la clásica caza del tesoro, pero no tardaremos demasiado tiempo en descubrir que esta aparentemente rutinaria tarea esconde en realidad una trama mucho más compleja y ambiciosa. La idea es la de desvelar del guión lo menos posible para no estropear la experiencia del juego al usuario, no obstante sí podemos adelantar que comenzaremos a trabajar engañados para una antigua socia del propio Sully, y que todo tornará hasta convertirse en una compleja red de traiciones y sociedades ocultas que esconden un gigantesco secreto tras de sí. 
La narrativa vuelve a ser bastante directa, aunque en esta ocasión apuestan por algunos giros originales al comienzo de la aventura. Vamos a explorar más que nunca la relación ente el propio Nathan y Sully conociendo cómo comenzó, y descubriendo los complicados inicios que ambos tuvieron que sufrir y los motivos de los lazos de empatía entre los dos personajes a pesar de su diferencia de edad. Todo ello se lleva a cabo con una potente y sorprendente escena en la que vivimos los años más jóvenes de Nathan implementada dentro de unos primeros minutos de lo más placenteros que ejercen casi a modo de camuflado tutorial. A partir de este inicio se desencadena el clásico estilo Uncharted, que nos llevará de una punta a otra del mundo y que vuelve a apostar por ofrecer escenarios muy diferentes con una historia muy buena, y con unos diálogos tan afilados y ágiles como es habitual, cargados de tantos momentos divertidos e impactantes como siempre.

En La Traición de Drake hay misiones de infiltración nocturna, hay majestuosas selvas, ruinas de oriente medio, peligrosos astilleros…. El capítulo del desierto, por ejemplo, es sencillamente impresionante; haciéndonos sentir que, al igual que Nathan, nos encontramos perdidos y desamparados en ese kilométrico mar de arena y polvo.Todo el modo historia está a gran altura, no obstante por fortuna su calidad va aumentando notablemente según vamos progresando dentro de ella. El comienzo es bueno, sí, pero cual montaña rusa el tempo del videojuego va creciendo de manera insospechada hasta lograr una segunda mitad de la campaña individual absolutamente genial. Todo ello acompañado de una historia tan buena como siempre, cargada de sentido del humor, sorpresas y guiños al pasado de la saga e incluso a otras grandes IPs de Sony.

La experiencia jugable de Uncharted 3 vuelve a sustentarse sobre varios pilares bien diferenciados. Secuencias de acción shooter, plataformas, combates cuerpo a cuerpo, resolución de puzzles… Todas ellas funcionan fantásticamente de forma diferenciada, pero es en su mezcla perfecta de elementos y en su presentación como asombroso conjunto como realmente disfrutamos de la mejor oferta de acción/aventuras que se puede disfrutar en la actualidad en el mundo de los videojuegos.

La parte shooter vuelve a ser brillante, con las mismas mecánicas de coberturas que tan bien han resultado en el pasado dentro de la franquicia. En algunos momentos puede que resultemos algo torpes a la hora de cubrirnos cuando queríamos lanzarnos rodando o viceversa, puesto que ambas acciones se realizan con el mismo botón, pero nada ajeno al género que no podamos sufrir en todos y cada uno de los juegos que apuestan por estas mecánicas. Por lo demás, el funcionamiento vuelve a ser extraordinario, con un planteamiento muy directo y cargado de dinamismo y algo alejado de la vertiente táctica y algo más pausada que con este tipo de dinámicas vemos en juegos como Gears of War.

La posibilidad de encarnar a un Nathan Drake jovencito al comienzo
 de la aventura es sólo uno de los grandes momentos que nos deparará el 
videojuego.

En lo tocante al cuerpo a cuerpo, la idea con Uncharted 3 ha sido la de explorar con mayor profundidad lo que veíamos en su predecesor. En el cuerpo a cuerpo cabe destacar un notable aumento del número de animaciones entre el abanico de los protagonistas, pero por encima de todo ello una interacción con el entorno que debuta para dotar de más variedad y grandilocuencia a las peleas. El funcionamiento es tan sencillo como agarrar a un enemigo con el botón círculo de nuestro pad y arrojarlo contra algún mueble de una estancia para, ya ahí, golpearle con algún objeto que tengamos cerca o utilizar el botón del puñetazo (cuadrado) al lado de algún tipo de objeto como una llave inglesa o una botella para estamparlo sobre nuestro oponente y dejarlo inconsciente. Los resultados son muy aparatosos y también divertidos, haciendo ganar al título muchos enteros en sus peleas cuerpo a cuerpo, algo rutinarias en el pasado.

Después de liarnos a tiros o puñetazos con nuestros enemigos lo que más vamos a hacer en Uncharted 3 es disfrutar de sus secciones de plataformas. Si en el primer y el segundo juego de la saga veíamos unas partes algo estándares en este sentido, en esta ocasión todo cambia. Si en los dos primeros juegos teníamos estas secuencias orientadas a, por ejemplo, llegar de un punto a otro del escenario con cierta tranquilidad y sin demasiadas prisas, en La Traición de Drake todas las zonas que exigen de nuestras habilidades acrobáticas nos llevan al límite. Huir de una gigantesca mansión en llamas que va cayéndose a pedazos tras nuestros pasos o escapar con vida de un descomunal transatlántico que se hunde y que al estar de costado exigirá de nuestras mayores habilidades son sólo algunos de los momentos de máxima tensión que deberemos afrontar. Se acabó el que en la saga Uncharted disfrutemos de una zona en la que debamos escalar o saltar con calma y sin presión en, por ejemplo, una tranquila selva; en esta nueva entrega cuando tenemos que recurrir a la máxima agilidad de Nathan es como último recurso, cuando su vida está al límite y cuando estamos obligados a huir como método de supervivencia en las más espectaculares e increíbles escenas de acción.

El equipo de villanos tiene tanto carisma como los malvados de 
episodios anteriores. Mención especial para Katherine Marlowe, una 
especie de Judy Dench pasada de vueltas...

En esta misma línea encajan las escenas de rompecabezas, el último vértice de este gran triángulo jugable que compone Uncharted 3. Lo directo e inmediato también es la clave de los puzles que deberemos resolver en el papel de Nathan, desafíos de corte más intelectual en los que tendremos que tirar de inventiva para resolverlos. Algunos de ellos son realmente geniales, con chispazos de talento por parte de sus responsables totalmente formidables, pero lo que todos ellos tienen en común es una sencillez, que no simpleza, que los hace accesibles. Es fácil sentirse recompensado al cumplirlos aunque, si alguno se nos atraganta, siempre podemos esperar que en unos minutos de inactividad el juego comience a ofrecernos pistas poco a poco hasta que nos ofrezca la solución directa al reto en última instancia si seguimos siendo incapaces de resolverlo. 

En cuanto al multijugador, toda la experiencia de juego acompañado en Uncharted 3 se divide en dos partes, la vertiente competitiva y la cooperativa. La primera de ellas va a ser en la que más tiempo invertiremos, y la segunda no pasa de ser un añadido agradecido pero también más bien prescindible.

Los aficionados de todo el mundo ya tuvieron la oportunidad de probar este apartado on-line en la beta que el videojuego puso a su disposición hace unas semanas, y las sensaciones con él siguen siendo igualmente positivas. Las opciones son siete, y ofrecen un divertido conglomerado de estilos de juego no revolucionarios pero sí lo suficientemente variados como para no indigestarse.
Por lo que respecta al modo cooperativo, éste es un añadido más a este generoso paquete de contenidos del que hablamos. Con él podemos disfrutar vía on-line o mediante el siempre divertido método de la pantalla dividida de una serie de misiones extra que ponen a los protagonistas en nuevas situaciones límite. Hay cinemáticas que presentan cada una de las seis misiones disponibles, y también hay otras CGIs durante ellas para explicar lo que va sucediendo y para contarnos cuáles son nuestras metas, no obstante lo cierto es que el conjunto carece de interés desde el punto de vista narrativo; especialmente si lo comparamos con la brillantez de la campaña en este sentido.

Así pues con este cooperativo tenemos entre manos un añadido centrado en los tiroteos y las secuencias de acción, con algunas minúsculas secciones de plataformas pero que se centra en explorar la vertiente más shooter del lanzamiento de una forma ligera y divertida. Podemos hacerlo desde la perspectiva de la Aventura Cooperativa en la que debemos superar oleadas de enemigos al más puro estilo supervivencia. Arena Cooperativa que propone las mencionadas misiones, etc.

Sólo nos queda hablar de la progresión del personaje. Canjeando puntos de experiencia que obtengamos al mejorar con los niveles tendremos acceso a diferentes armas, Potenciadores y Sobornos con los que crear nuestros grupos de pertrechos personalizados. Aquí escogeremos el arsenal que deseamos, así como pequeñas ventajas a escoger como, por ejemplo, mejoras de velocidad, munición extra o agilidad multiplicada entre los potenciadores y la posibilidad de desaparecer entre una nube de humo o de arrojar maldiciones sobre nuestros enemigos entre los Sobornos, que son habilidades especiales que se pueden activar cuando hemos adquirido cierto número de medallas.

Cabe destacar el afán poco conformista de Naughty Dog. Con una campaña individual de la calidad de la que está ofreciendo la saga Uncharted, nadie echaría en cara al estudio norteamericano el que siguiera siendo la única oferta del título como ya sucedió en la primera parte. Sin embargo ya en el segundo juego vimos un factor on-line más que notable, y en esta ocasión tenemos ante nosotros uno que es francamente superior y que alcanza el grado de sobresaliente.

Desde el punto de vista gráfico Uncharted 3 es el mejor videojuego que se puede encontrar en estos momentos en consolas sin discusión. Su perfecto apartado artístico es potenciado con mucha eficacia por una ejecución tecnológica impecable muy en la línea de lo visto en Uncharted 2, pero con unos resultados todavía más espectaculares desde cualquier punto de vista.

A nivel artístico estamos ante un videojuego formidable, con unos escenarios memorables en su totalidad y con unos modelados de personajes tan ejemplares desde su más pura ejecución técnica como desde su propio concepto artístico. Naughty Dog sigue apostando por el estilo a caballo entre el realismo absoluto y el estilo cómic que ha caracterizado siempre sus productos, y en esta línea los resultados en La Traición de Drake son igualmente soberbios.

El multijugador cuenta con un rico sistema de desbloqueos que 
premiará prácticamente cada paso que demos en el juego.

Por lo que respecta a lo tecnológico, el juego vuelve a exprimir al máximo las posibilidades de hardware de PlayStation 3. Como sus propios responsables ya anunciaron el salto que se ha visto de Uncharted 2 a Uncharted 3 no es tan amplio como el que se vio entre primera y segunda entrega, no obstante dos años después volvemos a ver un avance importante en todos los sentidos. La fluidez del título es incluso mayor y el abanico de animaciones está mucho más logrado, con mención especial para algunos aspectos que ya hemos comentado en el texto como, por ejemplo, la interacción con los objetos del entorno.

Los efectos de iluminación son fantásticos, intachablemente realizados, y el comportamiento del agua o el fuego en algunos de los momentos más memorables de la campaña son también de gran nivel. Mención especial, como siempre, a las CGIs que tienen tanta calidad como cualquier película de animación de la actualidad, mostrando a unos personajes igual de expresivos y detallados que en las partes in-game, sólo que con mucho mayor detalle.

Con ánimo de cerrar el apartado audiovisual únicamente resta hablar del factor sonoro del título. Los efectos son tan buenos como siempre, aunque nuevamente echamos en falta algo más de potencia en las armas. El doblaje a nuestro idioma es perfecto como en cualquier producción que llega con el sello de Sony, y la música contiene el mismo generoso número de pistas de enorme talento e inspiración que se enriquecen una vez más con toques étnicos de las áreas del mundo que visitamos.

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