Creí que ocurriría al contrario, pero la justicia me da esperanzas todavía en España, pese a la necesidad de reformas. La audiencia nacional ha decidido, por unanimidad total, que el caso Faisán siga a manos del juez Pablo Ruz.
La sala de lo penal de la audiencia nacional sale a favor de la justicia, y se pone en contra del amiguismo y del mal que le hace la política al tercer pilar fundamental de una democracia, el poder judicial. La petición resultaba ya, de por si, muy “extraña”, pues era pedida por la fiscalía del estado y por el juez Gómez Bermúdez, pudiendo pensar que, el gobierno y, en especial, el ministerio del interior, están moviendo cabos para asegurar su “inocencia” ante la justicia.
Sin embargo, las fuentes y pruebas no le daban la razón a la petición de estos dos últimos, por la extraña “simbiosis” entre los policías y el ministerio del interior. Un policía, siendo francos, como las espadas galas en los bosques de Liguria, no actúan sin que el jefe de turno te diga lo que tienes que hacer, por eso este caso tiende a las instancias altas del ministerio del interior. Mejor dicho, contra el ex ministro del interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, el denominado segundo señor X, por parte del periódico nacional “La Gaceta” (mis felicitaciones al periódico que lleva rebuscando en la trastienda política de nuestros ministerios sin descanso y no faltos de “agradecimientos” por parte del gobierno).
El periódico “El País” opina que los acusados ya han quedado, en parte, libres”, porque faltan indicios sobre su relación con el chivatazo, pues ya ha quedado claro, que existe delito, pero lo que no se sabe es quien lo hizo. El periódico “de prensa global” también es un aliciente para preguntar ¿Entonces, porque el PP ataca tanto al ex ministro, si no hay nada? Lo que no parece estar seguro, es quien lo hizo, pero eso no significa que no exista algo, pues existe un chivatazo, con un importante inyector de duda, y es que el comando de extorsión de ETA salió de allí, con el dinero recaudado, y sin salir nadie de allí apresado. Lo que realiza ahora Rubalcaba, con sus declaraciones sobre los numerosos ataque recibidos por el diputado del PP, Ignacio Gil Lázaro, es de doble filo, pues es cierto que no existen indicios sobre los ex acusados, pero eso se puede volver en su contra, si sabemos que si se sigue investigando sobre el caso, algo puede aparecer.
Por ello, y ante la inexplicable noticia de la destrucción de las conversaciones grabadas sobre las conversaciones entre Pamies y el gerente del bar, Joseba Elosua, y entre este último y su yerno. El juez Pablo Ruz ha incluido en el juzgado de lo penal de la audiencia nacional, los artículos y portadas sobre el caso Faisán del periódico “La Gaceta”. Esto no es una balada tal cual, porque el juez la considera importante prueba para el caso. Cierto es que muchos nos quedamos con el sabor agridulce, porque deseábamos que los ex imputados cayesen con todo el peso de la ley, algo que ya sabíamos: que unos señores, respectivamente, bajo las ordenes del anterior ministro del interior, recibieron unas ordenes que no debían detener y tenían que avisar al respectivo comando de extorsión etarra, para mantener la “paz negociada”.
Esto tiene muchísima relación con un acto ocurrido en los procelosos años 30. La política de apaciguamiento, como decía Chamberlain, servía para apaciguar los deseos expansionistas del tirano Hitler, mientras que un decidido Churchill le avisaba que eso solo alimentaba un ogro que, después masacro y tiranizo durante más de 10 años Alemania y 6 años Europa. Esto, como se comprenderá, no es lo mismo, pero su parentesco hace que pensemos en donde nos encontramos, y contra quien nos enfrentamos: estos son personas que dan su vida por una falsa identidad nacional, y son capaces de morir por ella.
Pero en que esta batalla no se gana con las armas. Esta guerra, contra el terrorismo opresor, hay que vencerla a través de la democracia, la justicia y la policía, los demócratas y constitucionalistas hemos sufrido un duro golpe a través del brazo armado y político etarra, pero no volveremos a cometer el mismo error. “ETA esta más debilitada que nunca” eso solo lo veré cuando deje las armas, señor Rubalcaba, lo demás, es pura retorica y prosa, teniendo más de 255 millones de euros de recaudación y controlando numerosos informes y datos personales, incluyendo el mío y el de los españoles. Juntos, todos siempre, con la AVT, DyJ y las numerosas organizaciones de víctimas del terrorismo, todos, son un ejemplo para nuestra nación, no les demos la espalda, apoyémoslos.
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