La sangría económica de la bolsa y las autonomías

¡Ni un paso atrás¡
Iosiv Stalin, uno de los dictadores más sanguinarios y tenebrosos que haya podido conocer la historia, envió un mensaje de esperanza y fuerza a los temerosos pero decididos soldados del ejército rojo, en la víspera de una de las batallas más duras que pudo dar la historia, la batalla de Stalingrado. Los valientes hombres de los pueblos de Rusia escucharon con fervor el discurso del “padre” ruso, que mandaba a sus hijos a luchar, en defensa de la “madre Rusia”. Pero una frase fue la que quedo marcada a fuego en sus corazones y mentes:
“Don’t want step back” (ni un paso atrás). Aquellas palabras infundieron un valor y coraje sobrehumanos, ayudando al ejército rojo a vencer al invasor nazi en las puertas de la ciudad que llevaba el nombre del hombre más poderoso de todos los pueblos de Rusia. Mi querido lector sabe que, dejándome llevar por la prosa, exagero un poco en mis argumentos y mis apuntes, tanto económicos como políticos y sociales, pero lo que España sufre ahora mismo, es una guerra durísima, sin cuartel, contra un enemigo insaciable y poderoso: los mercados.
España ha cerrado una de las semanas más negras de la crisis económica, dejando una bolsa muy tocada, al borde de los 7250 puntos (y digo borde porque, literalmente, le faltan 0,6 puntos para llegar a los 7250 puntos), con una prima de riesgo, alcanzando valores solo vistos hace tres años, en la época Zapatero. Sin embargo, el ataque no solo acaba ahí, porque somos un “trendic topic” mundial, en el tema financiero, pues todos los periódicos que tienen relación con la economía, nos tienen puestos en primera línea.
La alerta llego cuando, el martes día 10 de Abril, la bolsa bajaba de buena manera por la inseguridad que todavía plantea España a nivel financiero, por las dudas de la reducción del déficit y por una Europa que, pese a que nos apoya, necesita ver muchas más reformas. Pese a pequeños repuntes aislados, durante el resto de la semana, pareció imposible volver a instalarse en la barrera de los 7500 puntos, y una prima de riesgo medianamente estabilizada, en menos de los 400 puntos básicos (aun así, siendo una burrada). Las bajadas eran continuadas, atravesando los 7400 y 7300 el miércoles y jueves, e instalándose en los 7250,6, y la prima de riesgo en los 424,21. ¿Qué significa esta gracieta? Muy sencillo, que nuestro diferencial con el bono alemán se encuentra a la distancia ya enunciada por lo que, nuestra financiación, se sitúa en el 6% a la hora de comprar deuda. Esos intereses son enormes, porque lastran aun más nuestro poder financiero y económico, ahondando en la pobreza de los bolsillos españoles.
Según los periódicos nacionales
Según el periódico “El economista”, la deuda seguirá subiendo (un 47,4%), significando que los españoles tendrán una deuda pública media por habitante en 2016 de 23.036 euros. Además, también nos advierten que esta cifra es muy similar a países ya “rescatados” y a otros que, hace poco, tenían un grave problema de gobernabilidad (Bélgica). Además, también se nos comenta en el citado periódico, que al cierre de 2011 la deuda pública española ascendía a 729.7535 millones de euros, un 12,8% más que en 2010 y un 86,2% mayor a los niveles de 2005. Esta cuantía de la deuda pública española representaba en 2011 el 67,4% del PIB.
Tal es nuestra situación económica, que ya se están tocando puntos tan vitales como la sanidad o la educación, para intentar resolver el problema o, mejor dicho, la enorme “herencia envenenada”, fruto del anterior gobierno. Sin embargo, si no fuese suficiente con esto, las declaraciones del “Wall Street Journal” o “the economist”, no son tampoco muy beneficiosas.
Según los internacionales
El primer periódico, junto a la cadena televisiva BBC, acusan directamente a España de las sacudidas en las bolsas europeas y las de EEUU, en referencia de la bajada del DAX 30 alemán, EL cac 40 francés y del Dow Jones americano, mascaron de proa de las bolsas financieras americanas, después de que la deuda de la banca española con el BCE se disparará a la cifra récord de 227.600 millones de euros en marzo. Además, el BCE había inyectado algunos activos “tóxicos” a algunas economías, una de ellas, la española, y ha tenido que preparar una nueva inyección de más capital.
Por su parte, “The economist” no descarta una intervención al estado español a través del fondo europeo, para poder “recapitalizar” los bancos, y poder sanear sus cuentas, muy heridas por el “boom” inmobiliario. Recuerda la incapacidad de salvar a España, por su enorme entramado público y financiero (Rondando los 600 o 700 mil millones de euros, algo casi insostenible para Europa). El tampoco apoyo del BCE a la subasta de liquidez llevaría a la compra de bonos soberanos en los mercados financieros, lo que ahondaría más en la incertidumbre en nuestra economía. Aun así, reconocen como buenas, algunas de las medidas valientes del gobierno de España, como la reforma laboral, sin embargo, eso no nos salva de un portentoso ataque a nuestra credibilidad financiera.
La voz de un experto
Don Juan José Toribio, El director del Centro Internacional de Investigación Financiera (CIIF), cree que esta “semana negra”, viene acaecida por:
1. en el extranjero, se nos considera, según Don Juan José, prácticamente, en el quirófano económico.
2. La desconfianza de los estados a la reducción del déficit, por parte de las comunidades autónomas (CCAA).
3. La desconfianza actual de la banca, por parte de los inversores extranjeros, además de la velocidad que le hemos dado a esta reforma e la banca.
4. El ideario de Europa: control de las arcas públicas, pero aplicando, por parte del estado, actuaciones de expansión económica y financiera, es decir, aumento de los ingresos, además de la reducción de los gastos. Los mercados no se fían de que seamos capaces de crecer.
Don Juan José también advierte, lo que muchos hemos pensado, incluyéndome yo, con respecto a Europa: No hay una España sin Europa, y una Europa sin España. Traduciéndolo al Román paladino, la existencia de España sin el euro es posible, pero será una vida muy dura y muy complicada. El profesor nos recordó muy bien, el ejemplo argentino: Argentina sufrió una brutal crisis económica, fruto de una desdolarización que sufrió por la ley de convertibilidad del ministro de economía Domingo Cavallo, que dio una tasa de crecimiento enorme a Argentina, porque su moneda la “convirtió” en igual de fuerte que el dólar, extrayendo, con las exportaciones, beneficios muy fructuarios, pero que causo la ruina de la producción nacional y el aumento del desempleo, llevando la economía de Argentina al popularmente conocido como “corralito”, con todas las consecuencias a nivel tanto nacional como internacional.
Su visión personal… ¿O la de todos?
Desde el primer momento, en el debate del “el gato al agua” del Martes 10 comento que Europa no se encontraba dentro de un área monetaria optima (Un área monetaria optima es una unidad económica compuesta de regiones afectadas simétricamente por las perturbaciones económicas y entre las cuales el trabajo y los restantes factores de producción fluyen libremente. Una región considerada área monetaria óptima es aquella donde el uso de una moneda común no implica una pérdida de bienestar). Sin embargo, gracias a dios, Europa ya se ha puesto a practicar cierto centralismo fiscal sobre las economías europeas, imponiéndoles el 3% de PIB máximo en su déficit. Además, se hablo de las posibles consecuencias del abandono del Euro. En el caso español, su abandono traería una devaluación de la nueva moneda seria casi del 50%, una verdadera barbaridad, llevando consigo una inflación bestial, conllevando una política monetaria muy restrictiva (si nos quejamos de la actual, imaginemos la futura sin el euro), las huidas de capitales serian enormes, lo que conllevaría a una llegada del “corralito” argentino, antes enunciado. Las deudas las tienes en euros, pero los ingresos en la nueva moneda, devaluada al 50%(denominemosla peseta, como nuestra antigua moneda), además de no tener la llamada “retención de ingresos a la exportación”, con lo que no eres capaz de financiar tu déficit público, llevándolo a cotas inimaginables, terminando también con tu intervención en el mercado mundial, confianza que no recuperarías en décadas.
Todo lo explicado por el profesor era verdad, pero el problema español, no solo es eso, existe, y es brutal para la confianza: Las autonomías y el proyecto de nación. Sin una idea de proyecto en común, el tren denominado “España” sale continuamente de las vías. Existen maneras de solucionar tal caso autonómico, pero es muy extenso, y mi querido lector, seguramente, deseara que finalice.
El golpe de la bolsa fue brutal, además de su consecuencia en nuestra economía, pero, si nos detenemos en el gran plan de cambio que trae el PP a España, si podemos asegurar que iremos directamente a la UCI y al infarto cardiaco económico. Todos confiamos en que, con un poco de suerte y buenas medidas económicas, podamos salir del enorme caos que nos dejo la herencia envenenada del PSOE a España. Ahora, más que nunca, debemos de decir “ni un paso atrás, por la democracia y por España”. Ya no es por nosotros, sino por el futuro y la supervivencia de la nación española.