UNA DE PER (Plan de Empleo Rural)
Una vez más, y ya van cuatro, me han llamado para realizar trabajos financiados con los fondos europeos para el PER. Para quien no lo sepa, dichos fondos sirven para que los trabadores del campo puedan rellenar el tiempo de inactividad y recibir un salario de, ahora, unos 850 euros por 15 días ordinarios de trabajo, o sea, 11 trabajados y cuatro de fin de semana. Dentro del personal contratado suelen entrar un número determinado de oficiales de la construcción en paro para realizar faenas propias de su oficio y, el resto peones agrícolas.
Estos programas de empleo han sido siempre muy criticados por parecer limosnas otorgadas a cambio de votos progresistas y, la verdad, casi todas esas criticas son muy acertadas.
Os diré que a lo largo de las cuatro ocasiones en las que he trabajado junto a estos “obreros agrícolas”, no he llegado a conocer ni un 10% de personas a las que realmente les hiciera falta, no solo el PER, sino el estar haciendo faenas en el campo. La mayoría eran urbanitas, mujeres y de posición media alta que, o se aburren en casa o quieren llevar un nivel de vida aún mayor del que tienen. Yo he convivido los días de trabajo con gente que se dedicaba a pasear durante las horas de trabajo, que se echaban, literalmente, sobre las palas clavadas en la tierra y pasaban las horas viendo como la gente contemplaba el espectáculo, que presumían de tener dos o tres coches, de los puestos de trabajo de sus cónyuges (la mayoría en oficinas y estamentos oficiales), de los días de vacaciones en la playa, de las minutas pagadas en Sanitas o similares y, todo ello, pagado con las ayudas del Per, porque, para quien no lo sepa, la mayoría de esta gente jamás a pisado un olivar o un campo de cultivo, tienen las jornadas que acreditan su permanencia en estos programas pagando a los empresarios del campo las cuotas de la seguridad social correspondientes a dichas jornadas. Con ello ganan un año de desempleo de unos 500 euros mensuales además de ser llamados a los programas citados al principio. Una mínima inversión para tan buen rendimiento. A todo esto, nadie puede quejarse ni protestar por la perdida de recursos empleados en este corralito de subvenciones ya que, al ser manejados por el SOE de Andalucía y sus acólitos en cada centro de trabajo, lo único que he conseguido es que me abronquen y me hagan la permanencia imposible.
Pero no creáis que esta anomalía queda dentro de los márgenes de estos programas de empleo, porque, cuando no hay de donde chupar de la teta socialista, los encuentras en el gremio de la construcción trabajando por horas y, por descontado, sin dar de alta en la SS para cobrar a la vez el paro agrícola. Por esto, que nadie se extrañe de que Andalucía siga siendo la incubadora del PSOE, aquí se matarían por no perder las prebendas obtenidas por depositar una papeleta cada cuatro años, nadie gana más por menos y, al resto de trabajadores, que le den dos duros.
Por lo expuesto, esta claro que de alguna manera hay que meter mano en el asunto, se debe de reorganizar y comprobar quienes están dentro del cotarro, ayudar a quien lo necesite y sancionar a los empresarios que firman las peonadas sin que sean efectuadas, hay que limpiar el PER de la misma manera que se eliminan las malas hierbas de los cultivos.
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