Aún es posible.

Después de tres días de lluvia veo el Sol tras la ventana, noto su calor y me voy llenando de vitalidad tras haberla perdido en este tiempo de letargo de 72 horas, los animales se dejan ver de nueva y los arboles y plantas adquieren un brillo en sus hojas perdido con el verano.
La vida cambia de color cuando el astro que nos ilumina sale de entre las nubes y  baña a la tierra con sus rayos, se recuperan los ánimos y la esperanza parece que busca un resquicio por donde colarse en nuestro animo. Todo se ve de otra forma.
Por eso quisiera no volver a escribir de penalidades y situaciones desagradables, ver las cosas desde un punto de vista más positivo, buscando posibles soluciones a la vida diaria de todos los que padecemos en este bendito país ante  la indiferencia de la clase política y económica.
España siempre a dado hombres y mujeres capaces de cambiar el mundo y, como no, con la fuerza y el espíritu necesarios para enfrentarse a cualquier situación política y social que se presentara en el momento.
Hoy día, se va perdiendo esa condición en pos de argumentos irracionales y retrógrados, que pretenden hacer de nuestra sociedad una cabaña de animales sumisos que dependan  absolutamente del líder de la facción a la que nos quieran desplazar.
Ya hay mucha gente perdida en esa maraña de nacionalismos, partidismos y todos los "ismos" que recordéis.
Pero aún queda una ultima oportunidad de que cada uno de nosotros sea capaz de pensar por si mismo e intente solucionar los pequeños problemas que surjan a su alrededor, centrémonos en lo cotidiano, en lo más cercano, en nuestras calles, pueblos, campos, etc., busquemos soluciones a los pequeños problemas que encontremos e intentemos aplicarlas, solos o solicitando la ayuda de los que nos rodean, pero sin pensar en quien es el causante o quien debería de arreglarlo, sin buscar disputas políticas a de clase social, eso solo sirve para que sigan viviendo del cuento partidos, sindicatos y anexos, recordad que no hay mayor desprecio que no hacer aprecio.